Hoy me encantaría compartir contigo 5 maravillosos efectos que nota el cerebro cuando bebes agua. El agua y la función cerebral están más relacionadas de lo que pensamos. A menudo bebemos agua pensando en nuestros riñones, corazón, hígado… pero nos olvidamos de lo más esencial: Nuestro cerebro.
Un cerebro más rápido
Nuestro cerebro depende de una buena hidratación para funcionar de forma eficaz. Las células de este órgano requieren un delicado y preciso equilibrio entre agua y diversos elementos para rendir como debe.
Un hábito muy importante es beber un vaso de agua nada más levantarnos.
Hemos pasado entre 7 y 9 horas durmiendo (o al menos eso espero que hagas) y, aunque no hayamos sudado, esto no significa que no hayamos perdido agua. En cada respiración profunda expulsamos humedad, y ese efecto acumulativo genera que el cerebro, al llegar a la mañana, esté deshidratado.
Solo con beber ese vaso de agua y tomar un desayuno rico en frutas conseguiremos mejorar al máximo su rendimiento.
Mejora tu concentración
Las personas no solemos notar la deshidratación, solo lo hacemos en casos extremos cuando aparecen los maeros o la piel seca, ahí es donde notamos las señales de alarma.
Sin embargo, nuestro cerebro es el primero en notarlo. Baja la atención, se economizan recursos, la memoria de trabajo pierde agilidad, nos cuesta concentrarnos y no reaccionamos tan rápido a los estímulos.
Es necesario que cada 45 minutos tomemos un sorbo de agua, ya que este es el intervalo a partir del cual nuestra atención decae.
Equilibra el estado de ánimo y las emociones
Es curioso relacionar el agua con el bienestar psicológico, eh? Todos sabemos que pasar unas horas frente al mar y sentir su aliento, escuchar su rumor y aspirar su inmensidad salina relaja. No solo es el efecto visual el que revierte sobre nuestras emociones, sino que también lo es la ingesta lo que regula nuestro mundo emocional.
El agua mejora la temperatura del cerebro, elimina toxinas y células muertas y equilibra nuestros procesos químicos para ejercer una especie de reinicio mental. Con una buena hidratación ayudaremos a que nuestras células se mantengan activas y encuentren un equilibrio para regular el estrés y la ansiedad.
Para dormir mejor
El agua mejora la circulación sanguínea hacia el cerebro, lo oxigena y lo hidrata. También elimina las sustancias de desecho y a nivel cerebral, estas tareas son imprescindibles para propiciar un equilibrio neurológico básico.
Beber un poco de agua antes de ir a dormir nos facilitará un
descanso mucho más reparador 🙂
Una buena memoria
Por muy leve que sea nuestra deshidratación, al instante se produce un desequilibrio homeostático. Una de sus consecuencias es una bajada de la agilidad en nuestras capacidades cognitivas: nos cuesta más memorizar cosas, sacar conclusiones, facilitar un recuerdo a largo plazo, etc.
Con una buena hidratación todo esto desaparecerá, así que no te lo pienses,
mete una botella de agua en tu bolso (a poder ser reutilizable)
y mantente hidratada todo el día 🙂
Me gustaría saber qué opinas tú sobre estos hábitos y cuáles son los tuyos, así que no dudes en dejarme tu opinión en el apartado de los comentarios! Si no quieres perderte nada no dudes en seguirme en mis redes sociales de Instagram, Twitter y Facebook ?